A Palabras Necias, oidos sordos
A palabras necias, oídos sordos versión para impresion "Ya estás en edad de sentar cabeza”. “Ya no tienes edad para empezar otra carrera”. “A tu edad no viene al caso que hagas algo así”. “Deberías saber mejor, con los años que tienes”. ¡Qué cosa! Toda nuestra vida somos jóvenes para algo y viejos para otras cosas. A los 12 no tenemos edad para manejar, pero somos viejos para tener triciclos. Si a los 45 decidimos empezar a estudiar Medicina nos dirán que somos muy viejos, pero jóvenes aún para cobrar el dinero del retiro. Existe, nos guste o no, una serie de expectativas colectivas para cada etapa de la vida. Conforme vamos creciendo, nuestra familia y la sociedad esperan que hagamos tal o cual cosa. ¡Medimos la vida en números, en vez de vivencias! Y no conformes con tan craso error le ponemos a números unas ciertas expectativas. A los 25 carrera terminada, a los 30, magnífica edad para casarse, a los treinta y tantos hay que tener casa propia y así con todo. Y si bien es cierto